Aloe Vera: la planta de la inmortalidad

  • Autor de la entrada:
  • Categoría de la entrada:Aloe vera
  • Comentarios de la entrada:Sin comentarios

Aloe Vera: la planta de la inmortalidad.
El aloe vera, también reconocida como la planta de la “inmortalidad” por el antiguo Egipto, ha sido comúnmente utilizado a lo largo de nuestra historia debido a su alto poder medicinal. Según se tiene registro, los chinos fueron los primeros en usarlo y más tarde fue Alejandro Magno quién dedicó una de sus conquistas a la isla Socotora en el sur de Arabia para dar con esta planta, con el fin de ayudar a sus soldados en la curación de heridas y enfermedades.

No fue hasta la segunda guerra mundial que el aloe vera retomó su valor, luego de que muchos la utilizaran para sanar las quemaduras causadas por el impacto de las bombas nucleares en las poblaciones de Hiroshima y Nagasaki.
Por otra parte, dentro de las propiedades del aloe vera se destaca la acción de sus nutrientes naturales como las vitaminas, los minerales, los aminoácidos y las enzimas que estimulan la generación de nuevas células. Su alta capacidad absorbente, penetra en las tres capas de la piel: la epidermis, la dermis y la hipodermis, ayudando a retrasar las arrugas prematuras que marcan la edad, y también a la prevención o eliminación de pequeñas estrías. Asimismo, es un excelente filtro solar de rayos UV y si es aplicado por un largo período de tiempo, borra las manchas causadas por el sol.
Posee una acción anti-inflamatoria y analgésica la cual es ideal para articulaciones que se encuentran en proceso inflamatorio, así como artritis, reumatismo y dolor muscular.

Aloe Vera: La historia del Acíbar
ALOE VERA
Castellano: zabila, zabida, zadiba, pita zabila o zabira.
Portugués: aloés, erva-barbosa, azebre vegetal.
Catalán: áloe, séver, atzavara vera
Vasco: belarrmintza
Esta planta fue introducida en España por los árabes, entusiastas propagadores de su uso medicinal. Plantaron extensos zabilares en la provincia de Málaga y por toda la región sur de la península.
El Acíbar es el jugo que se obtiene de sus hojas, cuajado en una masa sólida de color oscuro y muy amargo. El nombre “acíbar“ procede del árabe: “ciberum o aciberum“.
El conocimiento de los áloes y del acíbar se remonta a la antiguedad. Dioscórides trata de ello en uno de sus libros. En el siglo XVI ya era común en gran parte de Italia, habiéndose extendido por todas las zonas cálidas de Europa.

La Botiga del Aloe

Deja una respuesta